Que orgullosa y altiva asoma su torre,
no quiere ser olvidada.
Siempre húmeda y fría
pues su única compañera
es la tan apreciada agua.
Pero ella sigue ahí,
viendo pasar el tiempo
y a sus fieles marchar,
los que un día la rezaban.
Se ha cansado de cumplir años
y de ser tan fotografiada.
Ella sabe que encuentra así
porqué otros pueblos pedían
lo que a ella tanto le sobra...
...el agua.
Autora.Maria del Carmen De Cos Fontaneda
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